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29 abr 2015

Quédate conmigo en la playa.

Como describir la sensación en lo hondo del estómago. Tengo una especie de ansiedad cuando pienso en ti de manera profunda, un dolor en el corazón que no es dolor. Mi actividad favorita es jugar al cíclope contigo. Jugar como lo hacía Julio Cortazar, con tu ojos. No sé cuantas veces te he dicho ya que me pierden tus ojos. Cuando los miro, hay una serenidad, se me instaura una marea en el pecho, como de no querer retirarla de ahí jamás.
No me quites ese mar. No me lo quites. 

24 abr 2015

A quién le importa, joder.

Todos los días me levanto y me preguntó en qué me diferencio de los demás. Los seres humanos tendemos a sentirnos diferentes por naturaleza. Creemos que nuestras ideas son diferentes a las del resto, que son únicas, que somos únicos.
¿Hasta que punto es cierta esta afirmación? ¿Hasta qué punto no existe alguien con el mismo don que tú, en algo en lo que te consideras el mejor? ¿Hasta que punto importa la belleza, cuando hay tanta? ¿Hasta que punto importa la inteligencia, la excentricidad, si hay miles de personas iguales de inteligentes que tú, iguales de raros que tú, que te superan en todo, que llegan más alto que tú, que viven más, sueñan más, rien más, lloran más? 
¿Hasta que punto importa el propio individio, la personalidad? Lo seres humanos nos empeñamos en desarrollar toda una complejidad de emociones y de relaciones, que nos alimentan, pero a la vez no alimentan nada en concreto. Hay miles de mensaje de esfuerzo, de esperanza, mensajes que te impiden hundirte en la miseria, pero ¿a quién le importa que te hundas en la miseria? Dentro de cien años, cuando te mueras, cuando todos los que te conocieron esten muertos, habrás llorado para nada, te habrás reprimido para nada, y dejarás de existir como si nunca hubieses nacido. 
¿Por qué estamos aquí, entonces? ¿Por qué somos todos iguales y nacemos y morimos igual, creyendonos únicos en nuestro recorrido? 
Y que importas tú, que importa tu familia, tu país, tus ideales, tus sueños, la Tierra. Qué importamos siendo tan finitos, tan vulnerables, tan cortos en comparación con la inmensidad del Universo, con su inabarcable fin. 

Qué importamos. 
Y a quién.
(Maldito existencialismo).

23 mar 2015

Satélite.

Escucha Satelline-Guster mientras lees este relato.

Flotando sobre la Vía Láctea, estás tú.
Y si intento encontrarte en medio del universo, me topo con un asteroide que se aproxima más rápido de la cuenta a mi pecho.

Dime por favor, que podría hacer sin ti.
Sin tu cuerpo hecho de polvo y Big Bang recorriendo mi piel hecha de estrellas.
Eres como un satélite, alrededor de mi cabeza, todo el día flotando, todo el día observandome. La Luna pero hecha de arterias.

Me muero por  tocarte y abrazarte como los anillos hacen con Saturno.
Pero tu no eres Saturno, no eres Marte, no eres Júpiter. Eres mi sátelite.
(Selo para siempre, por favor).

28 ene 2015

Hijos de un mismo dios.

"Si somos hijos
hijos de un mismo dios
por qué siempre caen los mismos
por qué".
Macaco.

Quiero un mundo donde no haga falta denunciar la libertad. Un mundo donde estar cuerdo no sea un reto. Y poder querer si restrinciones, sin normas, sin parámetros que nos obligan a decidir hasta que punto lo estamos haciendo bien o mal.
Nos dicen que tenemos que aguantarnos con lo que tenemos, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Nos dicen incluso que hemos amado demasiado.
¿Cuál es el secreto para ser feliz en un espacio y un tiempo dónde creces y vives dentro de cuatro paredes tan pequeñas que si queremos salir de ellas solo puede ser con la mente?

Rechazan la imaginación,
rechazan la voz,
porque es lo único que el pueblo tiene.
Lo único que no nos pueden quitar.

1 ene 2015

Para qué poner títulos a cosas que nadie lee.


¿Qué es la vida?
A veces pienso en ella como en un torbellino de sensaciones. Quiero aspirar cada uno de sus aromas y fundirme en su aire. La disfruto a cada segundo, me parece un motor incansable de felicidad, la única forma de ir hacia adelante.
Otras, la vida es algo incontenible, que explota. Un abismo insalvable en el que en algún momento se ha de caer, y se estrella uno en él sin medida, sin seguridad, sin tiempo para agarrarse a las paredes.
En ese abismo no hay final, pero al mismo tiempo es el final para todos. Y la vida es el abismo pero también es el cielo y tienes que tener cuidado porque no se sabe muy bien cuando empieza uno y termina el otro.
O si no empiezan ni terminan ¿por qué cuando empieza y termina la vida? ¿Es cuando nacemos y morimos de manera física, o es cuando lo hacemos de manera mental, en el cerebro de otros?

No entiendo porque me hago preguntas,
porque al final,
termino formulando aún más
y me explota la cabeza.
¡PUM!

15 dic 2014

Me quito el cráneo ante usted.

 MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
Luces de Bohemia, Valle-Inclán.

La sombras están sentadas en la puerta de casa. Salgo y las veo ahí, tumbadas sobre el suelo, siempre mirando al cielo, sabiéndolo inalcanzable.
En la calle, al lado de las sombras y del silencio, hace frío. Es invierno en las aceras y el viento sopla cortante partiéndonos en dos la cara y el cerebro. La gente camina evitando los charcos porque no quieren verse en ellos, perdidos dentro de una pantalla de móvil, una conversación banal o preocupaciones que solo les importan a ellos. 
Y si los miras a los ojos, puedes ver quienes han leído a George Orwell o a Valle-Inclán, y a veces me gustaría quitarme el sombrero ante ellos. Me gustaría quitarme el cerebro porque han viajado a lo más profundo y negro de la sociedad y aún se levantan y siguen queriendo cambiarla.



2 nov 2014

Lucidez, que poco duras.

Pam se levantó una mañana y descubrió que el mundo se había vuelto gris. No es que el anterior día no lo estuviese. Simplemente, había abierto los ojos aquel día y había tomado consciencia de repente, como una bofetada sin previo aviso que llega por la espalda.
Y cuando se dio cuenta, sintió que se ahogaba. Porque es fácil vivir con los pesos cotidianos a la espalda, como una hormiga que es capaz de ver un grano de maíz en el suelo pero no al humano que lo ha ocasionado. Pero una vez nos aislamos de esa pequeña burbuja de realidad en la que vivimos, una vez somos capaces de mirar más allá, nos damos cuenta de los grandes problemas que nos rodean y nos inunda la impotencia. 
Así que Pam se tuvo que agarrar al borde de su cama y respirar.
Una, dos, tres, cuatro veces.
Contó hasta que su cerebro se acostumbró a la información e hizo lo que estaba educado para llevar a cabo: olvidarse, evaporar la información hasta que se perdió en algún lugar de su cabeza.
Y al dejar de pensar, el mundo recobró todos los colores.

24 oct 2014

Molinos de viento.

Es como
tener un zoologico en el estómago y un mar en los ojos. 
Y no sé lo que le pasa a mi cuerpo que se encuentra en estado constante de paz. Dicen que la felicidad es difícil de encontrar pero estas sensaciones que se me acumulan en cada fibra de la piel son plenas. 
Después de muchos años de lucha, después de muchos años de estar mal, haciendo cosas que odiaba, con gente que odiaba, me he encontrado. He empezado a descubrirme y tengo que decirlo: me gusta. Me gusta quien soy un como soy y lo que puedo llegar a ser. Y sobre todo me gusta que tú estés aquí. Conmigo. Me gusta saber que aún nos queda tanto por vivir que se nos va a quedar el tiempo corto, que pese a todo lo que llevo contigo no me canso de ningún centímetro de ti.
Y si pudiese apostar contra los males de la vida, lo haría. Lo haría si sé que estais tú y todas las personas a las que quiero detrás, porque por vosotros,
por vosotros derrotaría a todos los molinos del viento del mundo.

9 oct 2014

Buh.

Abstracto,
como lo que siento
en el estómago
cuando pienso
que en algún
momento
dejaré de
estar.
De ser.

19 sept 2014

La vida.

Escúchalo con música: Empty- The Cranberries.
Probablemente la entrada más polémica que he escrito nunca en el blog. Pero si para algo sirve escribir es para denunciar, para expresar, para decir lo que llevamos dentro. La escritura vetada es cómo un pájaro al que le han cortado las alas, y si yo pudiese ser un pájaro quisiera volar hacia donde quisiese, sin el miedo a que alguien acabase con mi libertad sin darme si quiera la opción a opinar. 
Edición: 4 días después de la publicación de este relato, 
el PP retira la propuesta de nueva ley de aborto.

Se llevó una mano a la barriga y solo encontró aire. Cerró los ojos entre lágrimas. Se sentía tan pequeña en medio del mundo, un grano de arena en una playa en la que las olas iban contra ella. 
Sentada en el coche, miró la carretera, huyendo de un país que había sido suyo desde el día que nació. Huyendo de un país que ahora la repudiaba, que la vetaba, que le impedía elegir y estaba enpeñado en arruinarle el futuro. 
Y en medio de la oscuridad que le proporcionaban los párpados, se imaginó yendo a la Universidad, conociendo a un chico que quisiese de verdad, valiéndose por si misma, sin nadie que le impidiese llegar a donde se propusiese. Ella no quería esto. No lo había buscado. Pero la suerte había ido contra ella una vez más y había ocurrido. 
Sin duda, iba a ser la decisión más dura de su vida. Y le iba a doler cada día, y cada mañana se iba a levantar y a llorar recordando aquel viaje en coche en busca de otra frontera. Pero al menos, estaría en la cama que quería, con quien quería, en la casa que quería y después de años de vivir lo que ella quería, cómo quería.
Porque si algo había tenido claro desde que nació, es que valoraba la vida más que nada. Por supuesto que la valoraba, y justo por eso lo hacía.
Porque quería vivir,  quería sentir su barriga vacía y su futuro lleno.

15 sept 2014

Te dura un suspiro.

Los rasgos de una persona guapa se desvirtuan y estropean. Pero un gesto, una sonrisa, una forma de hablar, eso permanece hasta que morimos.
(por eso he preferido siempre a los atractivos
antes que a los guapos).

28 ago 2014

Mi lóbulo occipital.

De pequeña las cosas siempre me salían bien. Si algo se perdía, lo encontraba. Si alguien se ponía malo, se recuperaba. Y así con la mayoría de los acontecimientos que rodeaban mi vida. De hecho, jamás me planteé que las cosas pudiesen ser de otra manera, igual que cuando ves una película de ficción tampoco te planteas que el villano domine el mundo y el protagonista muera. Simplemente, esas cosas no pasan. 
Y cuando te haces mayor (dentro de lo que yo puedo permitirme llamarme mayor) te das cuenta de que el mundo no te favorece para que los acontecimientos se resuelvan solos. De que eres tú el que tiene que saltar los obstáculos y hacer que las cosas vayan bien. Y es duro. Lo es porque en esta sociedad nos han enseñado que cuando un juguete se rompe es más fácil comprar una nuevo que repararlo. Pero yo no quiero ir obviando mis problemas, no quiero intentar encontrar el juguete perfecto porque, seamos sinceros, todos terminan por romperse.
Pese a todos los dilemas, aún veo mi vida y pienso que se pueden arreglar las pequeñas cosas de ella que van mal. Porque por encima de los defectos que tiene, esos defectos que todos tenemos al fin y al cabo, es sin duda maravillosa (y sería una estúpida si no supiese apreciarlo).

24 jul 2014

Apogeo.

Es esa sensación de verte en el espejo y sonreirte después de muchos días en los que apenas podías echarte un vistazo por el rabillo del ojo, encerrada en un agujero profundo de cuyo fondo en algún momento te levantaste y empezaste a escalar.
Es esa sensación de que, después de tanto tiempo, has aprendido a sonreirle a los lunares de tu cara y a los ojos que antes no te gustaban, y las opiniones de los demás causan una opresión tan pequeña en tu pecho que la olvidas a los pocos segundos. 
Y si antes odiabas el futuro porque no lo entendías, y tenías piedras en el camino que no sabías como levantar, ahora incluso te apetece saltarlas porque te elevas más alto que nunca.
Es esa sensación de satisfacción plena, de saber quién eres (o estar en el camino a descubrirlo), y tirar hacia delante con el mundo y todos los que quieran venirse detrás.
Es esa sensación de apogeo tan parecida a la felicidad.
Confianza la llaman.

27 jun 2014

Inspira, huele a ti.

El verano le recordaba a Tat porque olía a ella. Mil y una historias se contaron llenos de paja y heno en el trigal, y mil y una caricias se dieron también bajo la luz de ese sol cálido que solo se pone en los pueblos.
El verano era la época de las bicicletas, las casas de madera agrietadas y los paseos por la ladera del monte, al lado de gatos negros que los observaban con alevosia. Ella en su traje cian de flores estampadas, el sombrero de ala ancha siempre a punto de cáersele al suelo. Era la típica mujer que perfilaba sus labios de rojo pero se dejaba las uñas sin pintar, natural, sencilla y, a la vez, terriblemente femenina. 
El verano olía a Tat. 
La época donde todo se siente más y al respirar el aire llega más hondo.

29 may 2014

El silencio de los culpables.

 
Escucha el silencio. 

 "Y el hombre, siempre callado, entonces, de miedo, habla"
Rafael Alberti

Os dijeron que teníais que temer al pueblo y no hicisteis caso. Habeis jugado con nosotros, reído en nuestras caras y robado incluso lo inrobable. El silencio ha sido vuestro aliado desde que empezasteis, pues con silencio habeis respondido a nuestras revoluciones, y con silencio habeis excusado vuestras acciones. 
Y ahora el pueblo empieza a levantarse, a alzar las manos, y el silencio que tanto amábais y en el que tanto os refugiasteis empieza a quebrarse por gritos de libertad, gritos de revolución. Finjis que no os importa, que seguís en ese estado de inconexión, pero lo cierto es que cada vez os salen más sandeces por la boca porque estáis cagados de miedo.
Cagados de miedo, 
y con razón.

14 may 2014

Ir de rojo cuando la vida va de gris.

"Es algo que suele suceder con los muertos: lamentas no haberles dicho a tiempo cuánto los amabas, lo necesario que te eran. Cuando alguien imprescindible se va de tu lado, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales".
Señora de rojo sobre fondo gris, 
Miguel Delibes.

He perdido el sentido de la orientación y tengo un dolor en el pecho que se me ha extendido a todo el cuerpo. A mi alrededor, el mundo gira. Parece una canica con la que alguien ha jugado, retenida en el bucle constante del cambio.
Y si me busco, no me encuentro. Me asfixio entre el resto de los cuerpos y me pierdo una vez más (si es que alguna vez me encontré). No quiero estar así toda la vida. No quiero estar todos los días pensando en lo que no hice o en lo que por imposición tengo que hacer. Pero no encuentro forma de aliviar este dolor en el pecho, no sé como arrancarmelo sin que el mismo acto de hacerlo me duele aún más.
A veces me entran ganas de morirme porque al menos dejaré de existir de forma definitiva. Pero si hay algo a lo que le tengo más miedo que al dolor es a la muerte. No es por valentía por lo que sigo aquí, es porque soy una cobarde. Me da miedo morirme sin haber vivido, me da miedo que nunca pueda encontrarme y al final desaparecer sin saber quien era.
Sin haber existido de verdad.

7 abr 2014

Turbio.

 

Todo está turbio, como una diapositiva mal tomada porque alguien tembló con lo que vio por la mirilla de la cámara. 
De fondo suena un gramófono. O los latidos de tu corazón cuando pongo mi oreja en tu pecho. Ya no lo sé. He perdido la cuenta de los sibemoles y sin ellos no se distinguir los sonidos.
Y la habitación está vacía. Eso sí lo sé. Lo sé porque antes se escuchaban tus pasos y el ritmo afligido de tu respiración. Pero ya no hay nada. Las paredes están cascarilladas y detrás de la pintura blanca se ve tierra color beige que va cayendo al suelo como si fuese un reloj de arena. También hay una ventana pintada de azul marino. Está un poco desencajada pero detrás de ella se ve el mar. Y lo sé porque me acerco, y el silencio desaparece poco a poco, reemplazado por el de las olas al chocar.
(O a lo mejor somos tú y yo chocando debajo del agua una tarde de verano, en un sitio lejos de aquí y de ahora, y se me han mezclado los recuerdos).

3 mar 2014

En medio del mundo.

Vas por la calle y ves a todas esas personas que parecen tan perfectas dentro de sus peinados de sus vestidos de papel y sus zapatos de tacón. Y cuando miras a los coches hay gente yendo a sus trabajos y en los portales algunos meten la llave en la cerradura y entran porque hay una casa que les espera detrás. 
Y tú te preguntas ¿Cómo han llegado ahí? ¿Cómo han tenido el valor de dar tantos pasos y elegir entre tantos caminos y poder cargar cada día de sus vidas con las equivocaciones y los senderos erróneos que han escogido? Porque tú te miras a ti misma y no te ves capaz de dar ni un paso más. No sabes a dónde tienes que andar ni quién eres ni quién quieres ser y lo que fuiste en un pasado es algo confuso a lo que ni siquiera eres capaz de nombrar.
(Por favor, que alguien venga y me diga hacia donde tengo que avanzar porque ahora mismo no soy capaz ni de encontrarme los pies).

2 mar 2014

Al final del camino.

"Con mucho esfuerzo pude
colgar la lámpara entre tantas flores" 
Masaoka Shiki.


Míranos. 
Somos carne mezclada con saliva y algo de imaginación.
Somos una pareja de perdidos en medio del mundo.
No sabemos lo que queremos ni a por lo que vamos pero aún así seguimos luchando por ello. A lo mejor nuestro futuro es incierto y nuestros sueños son tan abstractos que amenazan con desaparecer. A lo mejor vivir de lo que amamos es tan difícil que habrá que subir mil y una montañas hasta lograrlo.
Pero lo lograremos. Lo lograremos porque nos tenemos el uno al otro y tenemos a la esperanza. Y los tres podemos llegar tan lejos que el resto del mundo nos perderá de vista.

11 feb 2014

Tú (me) estás pasando.

Tú eres el punto donde convergen todas mis necesidades y
si pienso mucho en ti, lloro. Lloro porque recuerdo cada centímetro de tu boca y la calidez de tus manos y de como se cierran tus dedos entre mis dedos. Y de como me susurras, al oído, y pese a que esas palabras no las ha oído nadie más, para mí han sonado tan altas que retumban una y otra vez en mi pecho.
Dicen que el amor se acaba. Que nunca dura de verdad. Pero déjame jurarte aquí y ahora que cuando te miro a los ojos quiero viajar por ese universo durante años luz, porque mientras haya una chispa a la que me pueda aferrar, seguiré caminando hasta llegar al final de tu mirada (o me moriré en el intento).

2009-2017. Todos los derechos reservados a Ali Alina.