Sostener
Sostener el presente como una cuerda que uno asa para no caer
Y agarrarse a él con la lágrima en el ojo.
En la maldición del sentir, dar la vuelta al hechizo y agradecer
que la fuerza del dolor, del terror, del profundo conmover
generan en estos momentos la euforia total de la existencia.
Regresar a lo primitivo,
y entender el regalo de ser con esta piel, con este cerebro, con este
nudo de cuerpo.
De que salga por la punta de la garganta hacia el exterior
con el aire que uno expira
la más abstracta emoción
pero que llena hasta las fosas nasales de intensidad.
Darse cuenta del privilegio
que supone poder querer, pensar y sentir
de esta forma.
Y que la grieta no es lo que rompe
sino lo que libera.
Conocerse tan a lo hondo
escucharse hasta los ecos,
y sentir el rotar de la tierra,
mientras gobierna el alma y la carne
el profundo amor de haber vivido.
Alicia.