No estoy segura de nada. Ahora, al menos, ya no. Si ese virus estaba dentro de mi electrónica creo que, aunque una parte de mi no quiera saberlo, ese era todo el problema que tenía el maldito aparato. Lo único que quería el sistema pues, era trazar muros y problemas para que no pudiese establecer una conexión, una relación con nadie. Y después de eso hacer que me sintiera sola, loca, rara, extraña. Me estremezco solo de pensar... de pensar lo que quería el videojuego, el fin que tenía propuesto para mí. Tal vez un final destrozando mi vida, dejándome agotada, anulándome y echándome del juego, de forma que el fin serían unos rótulos azules con un simple y basto GAME OVER cuya partida no se puede renovar y cuyo juego no permite un nuevo play.
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