2 may 2010

Todo y nada, la perfección imposible.



Desde aquel día no volvió a sonreír.
Lo tenía todo.
No tenía nada.
Ansiaba la vida de otros, cuando otros ansiaban la suya.
Quería vivir como los demás, cuando los demás estaban hartos de su vida.
Nunca se contentó con lo que tuvo.
Siempre quiso más.
No reparó en que su vida era perfecta, casi por excelencia.
Ella era la mejor, la más lista, la más rica, la más inteligente y la más orgullosa.
Por eso nadie quiso compartir esa vida con ella.
Queremos la perfección, no podemos obtenerla.
Y cuando la tenemos, solamente queremos dejar que se vaya.
Hartos de ella.
El ser humano no es capaz de contentarse con lo que tiene.
Siempre quiere más.
Eso es lo que nos pierde.

2009-2017. Todos los derechos reservados a Ali Alina.