Dos personas discutiendo al fondo de la calle, estáticas en el cuerpo y dinámicas en los gestos de las manos, mientras el resto del mundo pasa esquivándolas. Un coche rojo situado en medio de una fila de coches blancos. Una mujer pálida y estirada, vestida de negro. El sol recortando la silueta de una estatua que señala al cielo. Un montón de ventanas iguales y, de repente, una señora asomada a una de ellas fumándose un cigarro.
En cada esquina la luz da de una manera diferente y los árboles se
tuercen hacia donde el viento sopla. En cada esquina está el color, el
sonido, la perspectiva y el contraste.
El mundo es arte y, si quieres
puedes tapar la rutina de un brochazo.