25 ago 2017

El reflejo del espejo de José

Desde la decisión, José había sido feliz. Ahora se habían ido la presión en el pecho, la insuficiencia. Ahora se miraba al espejo y estaba él. 
Él con su pelo rizado y moreno, él con sus ojeras, con sus pecas, con sus granos en la frente, con su nariz casi perfecta, con su diente torcido, con el piercing de la oreja, con los labios secos, con la barba con canas -pese a que no llegaba a los veinticinco-, con su chicha de más, con sus pestañas largas, con todo el exceso de pelos de sus cejas. Con los pantalones rotos, con cinco arañazos en el brazo, con los codos secos, con la piel tostada, con la cicatriz al lado del pecho izquierdo, con sus dedos elegantes, con sus uñas bien recortadas, con el bigote despeinado, con el dolor en la pierna, con la camisa roja de su padre -que le quedaba grande, porque su padre pesaba veinte kilos más que él-, con la sonrisa. Con las mejillas y la nariz siempre coloradas, con las orejas frías, con el moratón en el ojo derecho.
Estaba él. Solo. 
La decisión le había llevado a:
los cinco arañazos
el dolor en la pierna
el ojo morado.
Pero no importaba. No importaba porque los cinco arañazos, y el dolor, y el morado, se irían. Para siempre. Y después de eso quedaría todo lo demás. De todo lo demás había cosas buenas, y cosas malas. Pero el espejo no le fallaba. Porque todo lo demás era suyo, era de su camino, era de él. No pertenecía a ningún hombre más.
Y las cosas malas de uno, los codos secos, el mal humor, la terquedad, la falta de memoria, son mejorables con un poco de crema hidratante y paciencia. Uno se aplica sus remedios sobre si mismo, uno habla con sus propios monstruos, uno se sonríe delante del espejo. No es fácil, pero ahí está.
Por eso José era feliz desde la decisión. Por eso José seguirá siendo feliz, solo, rodeado de todas sus cosas, que no tiene que justificar ni luchar ni cambiar por ningún hombre más que no sea él.
En el cuarto de baño, José y el reflejo de José en el espejo se sonríen. Tienen suerte de volver a ser una misma cosa.

2009-2017. Todos los derechos reservados a Ali Alina.