¿Cómo poder volar por encima de todo, ver las luces de las ciudades bajo nuestros pies, el sonido de las sirenas, de la gente gritando, corriendo, viviendo?
Cierra los ojos húmedos que hay en tí. Vete a un mundo diferente donde las estrellas son cunas donde dormir, sueña con la luna, tus pies colgando apoyado en ella, y mirar abajo y ver ese mar de gente, tu lejos de ellas, sonriendo, feliz.
¿Cómo puede llegar a ser de cruel la vida de una persona para querer alejarse de aquellos que le hicieron daño? Cuando estamos fatigados y hartos de llorar sin que nadie nos escuche. Cuando queremos tener un mapa, unas instrucciones que nos indiquen que hay que hacer en cada momento... pero parece que hay veces que el viento se lleva el manual, y nos quedamos sin nada, frágiles y vulnerables sin saber que hacer, encerrados en un pozo sin fondo.
Quien quiere que de día se vean las estrellas se encierra en ese agujero sin final, se hunde en su vacío, y su alma se rinde, aceptando que no puede vivir sin manual. Quien quiere que de día se vean las estrellas, y pese a que el manual se halla perdido, vuela y sube arriba, al cielo... para poder observar el mundo desde otro punto de vista.
No tenemos porque estar solos en el mundo... y podemos volver a intentarlo de nuevo en un cielo... plagado de estrellas que no son más que humanos.