Hoy es el final, la última oportunidad, así que vamos a hablar de tu a tu, vamos a mirar las cosas desde una nueva perspectiva, que desde que te conozco solo has observado el mundo un metro y setenta y cinco centímetros por encima del suelo. Vamos, ven y dame la mano, que en cualquier momento podemos echar a volar, y cuando estemos ahí arriba, casi entre las estrellas, y el silencio lo inunde todo, podremos escuchar de una maldita vez lo que nos dicta nuestro corazón. Cuando bajemos, ya no seremos nada el uno para el otro. Nos separaremos como dos imanes que han alcanzado a la vez el mismo polo y no nos volveremos a ver jamás.
Pero mientras tanto, por favor,
alarguemos el adiós lo máximo posible.