Naves del espacio.

Las naves van de arriba abajo, como corredizas estrafalarias llenas de gusanos e las comen por detro.

Me estafan, y ya no tengo nada de dinero. Me muerdo el labio inferior y veo que me han robado la cartera.

Las naves van de arriba abajo, como corredizos vientos que no auguran nada bueno, llenos de gusanos que se la comen por dentro.Por suerte, yo sé vivir y se que las cosas hay que perdonarlas. ¿Buena persona? No estoy del todo segura.

Me estafan, ya no tengo dinero, pero sigo viviendo, levanto la mirada y me compadezco por las naves de allí en el cielo.

Secretos de escala A4.

Os puedo contar un secreto. Es un gran secreto. ENORME. Más grande que tu ordenador, que tu casa, tan grande que ni el viento con todas sus fuerzas podría elevarlo. Las hojas son murmullos, que van con cotilleos. Los secretos, con ellas, dejan de ser secreto. Os puedo contar un secreto, mas no voy a hacerlo. Un secreto es un secreto, y no puedo romperlo.

Cuadros al óleo.

Cuantas veces he querido expresar en alto todo lo que siento, susurrar a las aves que son más que eso. Entonces regreso a casa, como si jamás hubiese sucedido nada, como si los cuadros que hay en la pared fuesen sólo eso, cuadros. Pero yo se, -aunque no me crean- que he estado dentro de ellos.

Perenne para no morir.

Las ardillas que suben a los árboles no son más que eso, ardillas, pero los perros que rascan sobre la tierra quieren encontrar un tesoro, como los piratas. Me siento segura. No soy un perro, ni tan siquiera una ardilla, que se alza en un árbol y es inaccesible, pero aún así me considero humana, porque lo soy. Burbujas. Burbujas, esta vez verdes, que son el rocío de los árboles que se cuelan por entre las hojas verde limón, caducas. Esperan. ¿Qué quieren? Volar, ser agitadas por el viento, -dulce primavera- y convertirse, para siempre, en hojas perennes.

Tus ojos ardientes.

Los ojos tuyos, ardientes, son sedes de cariño, que desde hace tiempo han volado frustrados en un mundo lleno de calamares que solamente echan tinta, ya está. Esta vez es diferente, porque estoy segura de que todo va a cambiar.
Me elevo hacia la superficie, (son como pájaros rabiosos los peces), que me invitan a quedarme. las burbujas transparentes preciosas, que ascienden hacia la superficie como cúpulas de cristal.
Ya estoy fuera. El sol me da en la cara y lo comprendo.
No ha sido más que un sueño.

Susurrar al vi en to.

Quisiera soñar y susurras al viento, y pensar que todo se fue amando a la vida, que aunque el mundo se extinga yo no podré hacer nada, aún así quiero seguir viviendo, lanzar pétalos rosas al aire y que este se los lleve lejos. Es como cuando uno hace el gesto inoportuno del saludo, nadie le entiende, se queda solo, pero aún así se siente reconfortado.

Quisiera soñar y susurrar al viento, y pensar que todo se fue amando a la vida. Pero no sería cierto.

Esquema de frases.

Bon dia es una palabra tan feliz y simple que creo que el más pobre se haría rico en un instante.

Desmesuradamente, asisto al comportamiento de las palabras, un teatro perfecto y con un magnífico guión que ellas han originado. Se entrelazan y se dejan hablar las unas a las otras, sin interrumpirse, sin agobiarse y sin querer estar siempre por delante. Ha terminado la función, es magnífica, perfecta. Cuando van a salir, lo hacen primero las vocales y saludan, han sido las protagonistas. Después vienen todas las demás letras, y por último acentos, guiones, diéresis...¿Una obra para niños pequeños? No lo sé.

Alguien me pregunta el título de este magnífico espectáculo ¿Que como se llama? Le digo, sé la respuesta. Se llama... se llama libro.