28 abr 2012

Historia de un instante.

Es la historia de un segundo, de un abrir y cerrar de ojos, de un suspiro. En la calle, tráfico a hora punta, la nota mi del saxo tocado por Daniel, el agitar de monedas de un vagabundo, el grito del bebé con gorro de lunares porque acaba de perder el sonajero, la rueda del último coche frenando, el cerrar de una puerta y el resonar de los tacones de Doña Rogelia, que acaba de salir a comprar pan. Sentado en el escalón de la puerta recién cerrado, un hombre barbudo piensa si tendría que dejar a su novia, el  señor de negro recuerda la noche anterior, el momento del beso en la mejilla, y Laura está deseando tocar una rosa blanca del jardín del edificio 143, pero un cartel que dice Prohibido pisar el césped se lo impide.
Es la historia de un segundo, de una nacimiento, de una muerte, de un primer beso, de una caricia, de un accidente, de un timo, de un despertar y de un te quiero

26 abr 2012

Nota muy importante: Leedlo por favor.

Llevo tiempo sin actualizar, lo sé, pero con las estadísticas de los últimos meses se me quitan todas las ganas. Siento que lo que hago está cada vez peor, que los microrrelatos no son buenos, y cuando me pongo a ello para no dejar mucho tiempo el blog abandonado, lo hago sin inspiración ni ilusión. Las visitas han caído en picado, no hay más de setenta visualizaciones por entrada y apenas llego a los veinte comentarios, algo que es muy pobre teniendo en cuenta la cantidad de gente que sigue el blog. 
Últimamente, he dedicado mucho tiempo a escribir novelas para concursos y he tenido el blog muy abandonado, y tal vez sea por eso por lo que apenas entráis. Yo voy a seguir escribiendo, no necesito un público para ello, pero los apoyos que me dabais eran para mí algo único que me empujaban a ir hacia delante y me daban aliento. 
No voy a mentiros: tras casi trescientos relatos, las ideas se me acaban, y siento que escriba lo que escriba va a ser algo repetitivo y aburrido. Además, en sus inicios, el blog iba dirigido hacia un público más juvenil, lleno de historias de amor y cosas parecidas, pero últimamente escribo cada vez más crítica social, y sé que eso no "engancha" ni atrae tanto como lo otro. Pero yo he cambiado, y eso no puedo evitarlo. 
Como he visto en un buen blog de la net, O TE MUEVES O CADUCAS. Y siento que este blog está caducando, porque no hay innovación en él. Globos de Agua ha significado mucho para mí, y siento que sería incapaz de abandonarlo, por ello no pienso dejar de publicar relatos, aunque me duela ver que casi nadie los lee, o que las personas que siguen el blog lo único que hicieron fue pulsar un botón y olvidarse de él. Pero me gustaría hacer algo para cambiar este abandono que hay tanto por mi parte, como por la de los seguidores. Quiero darle un cambio radical, pues yo ya no soy la misma que en 2009, ni vosotros tampoco, y venía a anunciarlo. Aún no sé lo que haré, pero esto hay que cambiarlo, y me gustaría que vosotros formarais parte de ello.
Gracias por vuestra atención,
Srta.Alicia Alina.

12 abr 2012

Allí donde esté la paz, la encontraremos.

Y ahora que he llegado hasta aquí, que puedo observaros a todo desde esta nueva perspectiva, quiero bajarme del podio. Ver vuestros rostros, vuestras manos apretadas la una contra la otra bañadas de sudor me llena de agonía, me hace pensar que no lograré lo que esperáis de mí, y que para estar a la altura de esto son necesarios más de unos cuantos centímetros ¡Yo no soy vuestro rey, no mando sobre vosotros! Solo estoy aquí para administraros, para encaminaros hacia la victoria y no hacia el final. Vosotros, el pueblo, y nosotros, los políticos. Vamos a olvidarnos del dinero, de la fama, de las alabanzas, de los trapos sucios, y levantemos de una vez por todas al mundo, que bien merecido se lo tiene. 
Juntos, lograremos un final feliz para esta historia, 
os lo prometo.

9 abr 2012

El laberinto gris e interminable.

Y ahí estaba él, perdido en medio de toda esa niebla, con los ojos abiertos, pero vendados por las nubes que bajaban y besaban el suelo. Andaba de un lugar para otro, buscando una salida a tientas y tropezando con las paredes en la oscuridad, pero siempre caía en la misma piedra y el camino torcía, se doblaba como una serpiente que repta hacia su presa, giraba una y otra vez en espiral y daba con una pared de frente que le impedía el paso. 
El laberinto era como un enorme árbol lleno de bifurcaciones, y él siempre elegía las incorrectas y cada segundo se perdía un poquito más. Respiraba en la nada, en el desierto sin oasis, en la desolación de los que no saben hacia donde van, ni de dónde vienen.
Aún hoy, muchos como él siguen perdidos y gritan auxilio, pero ya nadie los escucha.

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