27 ago 2012

Huellas ínfimas y clones.

Todos somos iguales. Seres humanos que nacen sin quererlo, con una cara, una inteligencia y un físico que nadie nos dio a elegir, y pese a ello tenemos que aguantar los comentarios de otro sobre algo que es tan aleatorio como el futuro. Andamos el camino de la vida a tientas, con una venda en los ojos y la oscuridad del exterior, y nos dicen que hay que ser fuertes, ricos, famosos, inteligentes, guapos, que hay que estar a la altura del más alto y reírse del más bajo. Si no cumples los requisitos que la sociedad estipula estás perdido, si no brillas como ellos quieren, no eres nadie.
Todos somos iguales. Nacemos solos y morimos solos, y nadie nos acompaña ni en el antes ni en el después ¿Qué importa la vida si nadie nos recordará pasados unos cuantos años? ¿Para qué estamos aquí si el mundo va a seguir girando y nuestra huella será tan ínfima que ni con lupa podremos verla? ¿Por qué vivir si en la mayoría de ocasiones no sabemos de dónde venimos ni a dónde vamos?
En la vida, casi siempre hay más sufrimiento
 que felicidad, y no sé como cambiarlo.

13 ago 2012

Frágiles como el cristal.

"Me da miedo la enormidad,
donde nadie oye mi voz..."
Héroes del Silencio.

Cuando somos mayores echamos la vista atrás y nos damos cuenta de todos los errores que hemos cometido, y tras tantos años volvemos a llorarlos en silencio, allá dónde nadie puede vernos. Dicen que con el tiempo los recuerdos se olvidan, pero es mentira. Permanecen en la retina de nuestros ojos como fotogramas, el instante de un salto, los volantes del vestido ascendiendo hasta el cielo a lo Marilyn Monroe, una sonrisa de amor, o los ojos de perdición en los que podemos contemplarnos como espejos, y a través de los cuales vuelan los sentimientos. 
Hoy he mirado al presente a la cara y me he descubierto frágil como el cristal, andando a tientas en un mundo lleno de oscuridad, con los errores a las espaldas, el peso de las heridas incitándome a caer, llena de miedo hasta lo más hondo del corazón. Me he dado cuenta de que soy débil, y esa debilidad me hace vulnerable, imperfecta, y también sensible.
Pero pese a las lágrimas, a las equivocaciones, a las caídas, estoy aquí, viva, y aún quedan para mí nuevas sonrisas, ojos en los que perderme y monstruos de papel contra los que luchar.
(Pase lo que pase, venceré).

5 ago 2012

Los habitantes de Saturno.

Conozco a un tipo que es de Saturno. Aterrizó en mi jardín hace varias semanas, en una nave espacial igual a la de las películas, y me saludó con un "Buenos días, terrícola". Charlamos durante horas en las hamacas, con una limonada en los dedos, y me estuvo contando cosas de por allí.
Dice que en Saturno todo el mundo se lleva bien, se ayudan entre ellos, y las cosas se pagan con abrazos. Dice que no hay guerras, porque los problemas se solucionan con palabras, y que no entiende como los humanos podemos seguir vivos después de matarnos. "Sois peculiares, los terrestres. La única especie que acaba consigo misma por codicia". Dice que a través de los anillos de Saturno viaja la felicidad, y que si quieres cogerla tienes que perseguirla a través de los meteoritos. ¿Por qué no nos unimos a los habitantes de Saturno e intentamos atraparla?

Os he traído un relato un poco peculiar que espero que os guste. Sé que no me paso 
por los blogs, pero leo la mayoría de las entradas. Por último os digo: Por  favor,
que este mundo roto no estropee vuestras ganas de vivir ni de soñar. Siempre 
queda felicidad, aunque esté en los anillo de Saturno, y no aquí.

29 jul 2012

El viento de París.

Desde pequeño había soñado con viajar. Recorrer un millón de continentes, visitar todos los museos del mundo, todos los monumentos, admirar la Torre Eiffel desde abajo, dar vueltas sobre sí mismo, cerrar los ojos y disfrutar del viento de París. Se imaginaba en Nueva York, rodeado de altos edificios que le hacían cosquillas al cielo y conseguían que riera, subiendo en ascensor, con las manos pegadas al cristal y el vaho en el vidrio, el mundo a su alrededor quedándose pequeño, pequeño, muy pequeño.
Soñaba con agarrarse a las alas de un avión y hacer surf entre las nubes, con andar con zuecos y hablar mil idiomas. Enamorarse de una italiana, y pasear en góndola cantando una buena canción, mientras ella lanzaba carcajada que se perdían entre Abril y Septiembre.
Y despertó, y las nubes, aviones, torres y góndolas desaparecieron por la ventana.
(Adiós).

18 jul 2012

Sus imperfecciones la hacían tan hermosa...

Me gustaban sus pies pequeños, y su boca grande. El miedo que sentía a la oscuridad, cuando se aferraba a mi brazo y se mordía los labios y buscaba refugios escondidos en mis sonrisas. Lo mal que cantaba, y los versos tan hermosos que contenían sus notas rotas, las frases que lanzaba al aire y dejaba escapar para aquel que quisiera escucharlas. Limpiábamos las casas el sábado tarde en vez de ir a discotecas y ella agarraba la fregona -micrófono privado-, saludaba a su público y empezaba a hablar de cosas tan bonitas como la soledad. 
Me gustaban sus ojos de princesa, tan brillantes que eran cómo farolas en la oscuridad, e iluminaban mis sombras cuando el sol se había ocultado tras las montañas. Sus curvas sinuosas en las que te perdías como si fueran un tobogán, el collar de conchas que se hizo el Sábado 13 cuando fuimos de excursión a la playa y acabamos fundidos con los peces debajo del agua.
Me gustaban sus suspiros de chica apurada, su pelo cayendo a cascadas, cuando arrugaba la nariz y las pecas se perdían entre los pliegues, y los besos que mandaba a la Luna cuando creía que nadie la miraba.
Porque me enamoré de sus imperfecciones, 
y aún hoy el corazón me late al recordarlas...

8 jul 2012

Luciérnagas en tu ventana.

Hay un lugar donde viven los sueños. Un lugar que aparece cuando se apagan todas las luces y se cierran las puertas, las ventanas, y se deja volar la imaginación. Ese lugar está tan cerca que no lo vemos, pese a que de un salto podemos alcanzarlo con la mano. Es tan visible y distante como el cielo. Y cuando volamos como pájaros sobre el mar, luchamos frente a molinos gigantes de viento o besamos unos labios que nunca tendremos, sonreímos con los ojos cerrados. Hay un lugar donde viven los sueños. El lugar dónde se acumulan las luciérnagas, los piratas de pata de palo, los astronauta y todas y cada una de estas historias. 

28 jun 2012

¿Cómo se deletrea felicidad?

La felicidad es un vapuleo de sentimientos que recorren tu espina dorsal y se cuelan por el estómago, el cerebro y el corazón. Se siente con un atardecer, al amparo de una luz tenue y cálida, con una sonrisa o con el abrazo de la gente a la que quieres. 
La felicidad es placer, es mordisquear un trozo de chocolate sin reparar en calorías ni grasas de más, es pensar que los huecos entre los dedos de la mano es para colocar otros y estrecharlos con fuerza. Y cuando cierro los ojos, y la oscuridad se apodera de mí, pienso en esos momentos felices, en esas imágenes guardadas en la retina como si se trataran de fotografías y sonrío. 
Estoy en casa.

19 jun 2012

Pam era tan pequeña y el mundo tan grande...

Pam esta harta de ansiar la perfección, porque sentía que, cuanto más tenía, más se ahogaba. Algo se asfixiaba dentro de ella, algo que le estrujaba los sesos y le creaba grandes nudos en el estómago. Así que un día se armó de valor y decidió que iba a probar. Probar a ver que pasaba cuando se rompían un puñado de normas, probar a no salir con todos los pelos perfectos a la calle, ni con la falda que se llevaba de moda. Porque estaba harta de fingir ser cosas que no era. Delante de sus padres fingía, delante de los profesores fingía, hasta cuando iba por la calle, dónde nadie la conocía, fingía ¿Y qué si no era guapa, o obediente, o no hacía lo que estipulaban todos? ¿Por qué tenía que aprenderse una lista de nombres de los que no sabía nada, o ser una falsa para triunfar? 
Pam prefería explorar en los universos por las noches, cerrar los ojos y escuchar las notas musicales de un millón de canciones, y que le relataran historias para que pudiera soñarlas. Pero no había nada de eso, y cuando despertaba tenía que ir al colegio, y escuchar una barbaridad de sandeces, y aprendérselas después, y por las tardes, cuando ya era libre, recordaba las palabras de unos cuantos superficiales y se miraba al espejo y se decía ¿Quién mierda soy?
Porque ni ella lo sabía.

5 jun 2012

Abrazos cálidos como un atardecer.

Toda mi vida he estado buscándote en cada gesto, en cada esquina y bajo las mesas del bar que hay en frente de mi casa. Pero ni allí te he encontrado. Entre las cosas que busco, están tus ojos azules como el mar, tu pelo rizado lleno de dorados y castaños y tus abrazos, que son más cálidos que un atardecer. Agachó la cabeza cada dos segundos porque pienso que estás entre las piedras, o en la hierba que crece en los adoquines y que ahora se torna más mustia que nunca. Pero no estás. Nunca estás.  A ver si algún día de estos me tropiezo contigo por el camino, y nos fundimos en un beso de esos de película que tanto nos enamoran.

24 may 2012

La página dónde quedan los recuerdos.

Zimbané vivía enterrada en un mundo de bibliotecas, alejada del cielo, de la tierra, de todo lo tangible. Hundía la nariz en la tinta del papel y cerraba los ojos a la espera de que las sensaciones subieran por toda su espina dorsal y estremecieran a su cerebro. Creía que en los libros se encontraba su felicidad y, en parte, estaba en lo cierto, pero estaba sola. Y la soledad nos vuelve amargados, apesadumbrados y locos. 
Sin embargo, un día Zimbané descubrió los rayos de sol sobre la piel, el aire rozando las mejillas y el beso del amor, y corrió fuera de aquella habitación oscura, dejando la silla vacía y el libro abierto por la página trescientos seis, dónde desde entonces se acumulan todos sus recuerdos.

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