22 nov 2011

Y que soy imperfecta, lo sé. Como todos.

Me busco y no me encuentro. 
Y, por mucho que miro, no estoy por ningún lado. 
Así que como me he perdido escribo para encontrarme. Para librarme del pecho, del aire, de las asfixias que me dan cuando recuerdo, casi con lágrimas, cada una de tus palabras. Y ya no sé, de verdad. Tal vez me halla perdido por tu culpa. Por tu maldita y egoísta culpa. 
Que lo escribo en esta página porque soy tan jodidamente cobarde que no seré capaz de decírtelo a la cara, y porque aceptar que me has dañado sería como una derrota. Escribo porque soy débil, porque por mucho que me digan que ignore tus palabras me entra tan hondo que no soy capaz de obviarlas. 
Y que ahora improviso, que escribo por escribir, y que no pienso corregir nada de lo dicho, porque estas son  de las pocas veces en las que hablan los sentimientos. Que lo que digo me sale de dentro, de esos latidos de sangre escarchada, de esas venas del frío invierno que aún nos queda por pasar. Y me miras, y no me hablas, pero me doy la vuelta y le dices al de al lado cada una de las mentiras -o de las desgracias- que no te atreves a soltarme a la cara. Porque los susurros y las miradas indiscretas son mucho peores -te lo aseguro- que un millón de bofetadas. 
Y que soy imperfecta, lo sé. Como todos. 
Y que lo que me viene dado, por mucho que quiera, no puedo quitármelo. 
Y que no, que no me conoces, que no sabes nada de mí ni de mi puta vida, ni de mi gente, ni de mis amigos, ni de nada. Y que lo que yo haga, o lo que yo sienta, o lo que yo sea, no va a cambiar ni aunque cien como tu me lo pidan a gritos.

20 nov 2011

Alarguemos el adiós lo máximo posible.

Hoy es el final, la última oportunidad, así que vamos a hablar de tu a tu, vamos a mirar las cosas desde una nueva perspectiva, que desde que te conozco solo has observado el mundo un metro y setenta y cinco centímetros por encima del suelo. Vamos, ven y dame la mano, que en cualquier momento podemos echar a volar, y cuando estemos ahí arriba, casi entre las estrellas, y el silencio lo inunde todo, podremos escuchar de una maldita vez lo que nos dicta nuestro corazón. Cuando bajemos, ya no seremos nada el uno para el otro. Nos separaremos como dos imanes que han alcanzado a la vez el mismo polo y no nos volveremos a ver jamás.
Pero mientras tanto, por favor, 
alarguemos el adiós lo máximo posible. 

13 nov 2011

El trastevere de una Italia enamoradiza.

Foto de Laura SolerHe quedado segunda en el premio de microrrelatos del 
Biblioforum Sevilla  con el relato del blog Ahora ven tú y dime que no la quiero.
(y sé que no me paso por ningún blog, pero es que no me meto en Internet para nada).
Io non parlo spagnolo. Me dijo la señorita Daniella batiendo aquellas largas pestañas que eran como barrotes de celdas. Ion sono italiana, ma Io volgo vivere per le strade di Roma. Así que, frente a ella, asentía y fingía enterarme de las palabras que soltaba. Y día tras día, la señorita Daniella se encontraba conmigo en el trastevere de Roma y me contaba, taza de chocolate en mano, las peripecias de sus historias. Para mí, el italiano fue siempre como el francés. Un idioma de románticos empedernidos que al final acababa siempre enamorándote. E tra il romanticismo della giovanne donna, e che i capelli di rosso scarlatto, es cierto, me enamoré del italiano, aún sin comprenderlo, y también de la señorita Daniella, que vestía trajes de seda incluso en invierno.

1 nov 2011

De dragones y espadas.

Adiós a los dragones y a las espadas, a las armaduras y a las guerras. Adiós a los juramentos, a los castillos, a los corceles blancos, a las historias de hadas,  a los bosques encantados, a las torres inescalables, a los unicornios y a los pegasos, a los matrimonios concertados y a los impuestos de un rey malvado. Adiós a aldeas en llamas, a besos dormidos, a misiones de rescate, a combates de vida o muerte y a historias encantadas. 
Adiós a todo por ti, bella princesa olvidada.

13 oct 2011

El saxofón de Rouge.

"¿Pero quién diablos es Rouge?" Le pregunté a mi profesora de Lengua como si ella pudiese tener las respuestas. Estaba sentada en la mesa, las gafas caídas hasta la punta de la nariz, encorvada sobre aquella típica silla verde y pequeña. Dejó de escribir y me miró como quien ve a alguien que está preguntándole cuanto son uno más uno.
"¿Diablos?" me dijo, pronunciando cada letra como si fuese a exhalar su último suspiro tras ellas "Está usted delante de una profesora, señorita".
¡Pero que profesora! Quise decirle. Sabía hasta de los temas que estaban escondidos debajo de las piedras. "¿Pero sabe usted quién es o no?" Casi exigí, sabiendo que mi impaciencia pronto acabaría conmigo.
"¿Rouge? Claro que sé quien es Rouge. No saber de ella me parece una verdadera blasfemia". Hablaba como se tratara de una religión y, en un momento dado de la conversación, llegué a pensar que era fetichista de humanas.
"Pues espero que me pueda usted contar su historia".
Y me la contó, tanto que me la contó. Rouge y su saxofón con el que tocaba por las calles y despertaba, como una paradoja, los sueños de aquellos que la escuchaban. Ella y sus mentiras, y sus coqueterías con el mozo de la esquina, y el perro blanco (cómo un Milou) que llevaba a todas partes y que la defendía. 
Allí sentada, en aquella clase media hora antes del recreo, con alumnos haciendo una lista interminable de actividades, desmenuzó cada uno de sus días, cada gesto y cada sonrisa, y me mostró a Rouge en todo su esplendor.
A Rouge y a su saxofón, 
que de olvidarlo me catearía

Después de dos semanas without inspiración vengo con un
 relato  ameno y divertido que espero que disfrutéis. 

26 sept 2011

Ahora ven tú y dime que no la quiero.

No sabes lo que es despertarse cada mañana con sus ojos en la cabeza, esos que quedan entre el oliva y el fango, que te dedique una de sus sonrisas junto a las que no hay nada que no valga la pena. Que he pesado gramo a gramo cada peca de su rostro imperfecto, he dibujado sus mejillas y sus cicatrices, cada arruga en la piel como si fuesen secretos. 
Y no me digas que la miré, que vea como coge la taza con el dedo índice y el corazón mientras aguarda a enfriarla porque cierro los ojos y me lo sé de memoria. Que conozco su sonrisa en todas las escalas, cada gesto y cada susurro, el timbre de voz que utiliza en cada una de sus palabras, el temblor en el labio inferior porque sabe que no puede llorar por cosas que no valen la pena. 
Sé que cuando está nerviosa hunde los dedos en su pelo crespo, que hace ademán de hacerse una coleta y al final se queda siempre en el intento. La he visto vivir, la he visto amar, la he visto sentir y he sentido con ella. 
Así que ahora ven tú, que te la has quedado como si fuera un capricho, que te desprenderás de sus olores cuando te aburras, que retirarás cada pelo de tu chaleco en el que hundió su rostro para sentirse querida. Ahora ven tú y dime que no la quiero, que jamás la amé, e intenta buscar verdades donde sólo hallarás mentiras.

19 sept 2011

En tu mundo de historias rotas.

En tu mundo de historias rotas los árboles andan, porque saben que si se quedan quietos caducarán. En tu mundo de historias rotas los corazones no susurran, gritan. En tu mundo de historias rotas hay catorce millones de primaveras y solo quince veranos. En tu mundo de historias rotas los relojes se pararon hace tanto tiempo que ya son algo de la prehistoria. En tu mundo de historias rotas quedan galletas de mantequilla que no engordan, bufandas que no abrigan y gafas que sirven para ocultar las pupilas. 
¡Ay, en tu mundo de historias rotas! Quedan tantas verdades y tan pocas mentiras... 

10 sept 2011

El Violinista de Lágrimas 3

Tener el control de la situación siempre lo tranquilizaba. Por ello, cuando el hombre sacó su violín y empezó a tocar, sintió que todo a su alrededor desaparecía. Y cuando se hacía el silencio y el corazón empezaba a latir con fuerza las cosas no podían salir bien, porque ya no tenía control alguno sobre su cuerpo y la mente, fría, empezaba a calentarse. Al principio fue solo una nota, pero después el ambiente se llenó de sonido, las flores parecían cobrar vida con domisol. Ah sí, el sol, incluso el sol parecía iluminar más fuerte y él allí, observando la escena, sabiendo que si continuaba maravillándose no podría ejercer su trabajo.
Observó sus rasgos orientales, la sonrisa clara y llena de placer, el pelo negro, suelto solo en ocasiones como aquella, la camisa a cuadros medio abierta, los vaqueros rotos a la altura de la rodilla y las nikes negras, gastadas y sucias ¿Qué tenía que ver aquella mujer espigada y perfecta, de guantes blancos indemnes, pelo rubio y mirada despectiva con aquel muchacho joven, que no sobrepasaba los veinte, y que además parecía comerse el mundo a cada pieza de violín que tocaba?

8 sept 2011

La chispa de tus ojos.

Eras solo un niño y, entre mis brazos, creaba cunas para dormirte. Te miraba a los ojos, esos grandes ojos negros que aún hoy tienes, y me decía "este niño va a hacer grandes cosas" porque con esa chispa que veía dentro de ellos era imposible no saberlo. 
Cuando te caíste por primera vez todos se rieron, te señalaron con el dedo, como si ellos no tuvieran errores, y cuando triunfaste por primera vez te recordaron, llenos de celos, el momento en el que tropezaste y te llenaste la corbata, el pelo y el rostro de barro, pero nadie te felicitó, nadie se acercó a ti, te tendió la mano y te regaló una sonrisa. 
Y a lo largo de los años, en medio de tantas derrotas destacadas y tantos triunfos hundidos, has empezado a pensar que no vales, te has retrasado, te has refugiado en el pelotón. ¿Sabes qué? Solo eres un cobarde. Esperas que alguien vaya a por ti, alguien que te diga que eres el mejor y que te saque de toda esa mierda, pero no te das cuenta que tienes que hacerlo tú, solo. 
¡Y si sólo los valientes triunfa piensa que eres valiente! ¡Si sólo los intrépidos triunfan piensa que eres intrépido! ¡Si sólo los inteligentes triunfan piensa que eres inteligente! Porque lo que tú creas nadie, por muy déspota que sea, podrá quitártelo ¡Así que deja de llorar, porque si sabes lo que vales sal ahí fuera, delante de todos, y consigue lo que te mereces! 
(Sal ahí fuera y cómete el maldito mundo hasta que no quede nada en el plato).

4 sept 2011

Nota: Muy importante, Leedlo por favor.

Es la primera vez que hago una entrada que no tiene incluida ningún relato, pero creo que la ocasión lo merece.  Vengo a decir a todos aquellos seguidores o lectores de mi blog con poca imaginación (quien quiera se de por aludido) que este blog puede llegar a ser una herramienta de inspiración para el que lo quiera, y que gracias a ello he descubierto muchísimas personas maravillosas que me apoyan y me siguen, que me dan ánimo. Le agradezco a todos ellos lo grande que son, y por supuesto no puedo decir nombres porque la lista sería interminable. No me gustaría tener que cerrar el blog, o dejar los mejores relatos reservados solo para mí y conocidos, así que por favor, un poco de respeto.
Este blog es una herramienta para satisfacer a la gente, para que disfruten leyéndome, pero no para agenciarse las ganancias del trabajo de su autora (yo). El plagio no nos gusta a nadie, y mucho menos que casi todas mis entradas estén plagiadas, como mínimo, una vez, sin rastro de nombres, enlaces ni nada por el estilo. 
Pero ese no es el principal problema. El problema es que este blog está registrado en la propiedad intelectual, tiene ISBN y está editado en papel. Para quien no se lo crea aquí esta el ISBN: 9788461475391 y aquí está el libro en papel fotografiado.

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